Indicaciones
El ketorolaco trometamina, así como otros antiinflamatorios no esteroideos, actúa por inhibición de las ciclooxigenasas, enzimas que intervienen en la síntesis de prostaglandinas (principales responsables de la inflamación). Al inhibir la síntesis de prostaglandinas se previenen las manifestaciones de la inflamación, entre ellas el dolor.
Dosificación
Vía parenteral.
Cuando se administre la inyección de ketorolaco trometamina, el bolo intravenoso debe administrarse durante no menos de 15 segundos. La administración intramuscular debe administrarse lenta y profundamente en el músculo.
La administración intravenosa a perfusión continua no se recomienda a menos que el criterio medico lo considere necesario.
La inyección de ketorolaco trometamina no debe ser mezclado en un pequeño volumen (por ejemplo, en una jeringa) con sulfato de morfina, clorhidrato de meperidina, hidrocloruro de prometazina hidrocloruro, o clorhidrato de hidroxizina; Esto resultará en la precipitación del ketorolaco.
Nota: Los productos farmacéuticos parenterales deben ser inspeccionados visualmente para ver si hay partículas y decoloración antes de la administración, siempre que la solución y el contenedor lo permitan.
La dosis habitual recomendada de ketorolaco trometamina por vía parenteral es de una dosis única de 60 mg por vía intramuscular, o una dosis única de 30 mg por vía intravenosa lentamente, como mínimo en 15 segundos, o dosis sucesivas de 30 mg vía intramuscular o vía intravenosa cada 6 horas, hasta una dosis máxima de 90 mg/día.
Las dosis deben reducirse a la mitad en pacientes ancianos (mayores de 65 años), pacientes que pesan menos de 50 Kg y pacientes con insuficiencia renal leve.
La duración del tratamiento parenteral no debe ser superior a 2 días, debiendo pasarse a la vía oral lo antes posible.
En niños de 2 a 16 años se puede administrar una dosis única de 1 mg/Kg por vía intramuscular hasta una dosis máxima de 30 mg, o una dosis única de 0,5 mg/Kg por vía intravenosa hasta una dosis máxima de 15 mg.
Reacciones Adversas
Los efectos adversos con el uso de ketorolaco trometamina son básicamente los mismos que los observados con otros AINEs. Sin embargo, debido a que el ketorolaco trometamina es un potente inhibidor de la ciclooxigenasa, estos son relativamente más frecuentes, razón por la cual en los últimos años se han reducido las dosis y la duración del tratamiento con ketorolaco trometamina.
Los efectos colaterales más frecuentemente observados son los digestivos, seguidos de los hematológicos, los renales, los de hipersensibilidad y los neurológicos.
Las reacciones adversas descritas consisten en dolor abdominal, náuseas, vómitos, hemorragia digestiva (especialmente en ancianos) y úlcera péptica. Entre las reacciones de hipersensibilidad se describen anafilaxia, exantemas, broncoespasmo, edema laríngeo e hipotensión. Puede producir además somnolencia, mareos, cefalea, alteraciones mentales y sensoriales, reacciones psicóticas, diaforesis, sequedad de boca, sed, fiebre, convulsiones, mialgias, meningitis aséptica, hipertensión, disnea, edema pulmonar, bradicardia, dolor torácico, palpitaciones, retención hídrica, hiperazoemia, insuficiencia renal aguda, edema, hiponatremia, hiperpotasemia, polaquiuria o retención urinaria, síndrome nefrótico, cólico renal con o sin hematuria, púrpura, trombocitopenia, epistaxis, inhibición de la agregación plaquetaria, aumento del tiempo de sangría, hemorragia postoperatoria de heridas, hematomas, rubor o palidez, y pancreatitis.
Se han descrito reacciones cutáneas graves como el síndrome de Stevens-Johnson y el síndrome de Lyell.
Puede producir alteraciones de la función hepática, incluso hepatitis e insuficiencia hepática.