Fenticonazol

Antimicótico.

El fenticonazol es un antimicótico sintético cuya estructura corresponde a un derivado del imidazol. Posee actividad fungistática o fungicida en relación a la concentración del compuesto y la cepa fúngica involucrada. Es activo sobre dermatófitos y sobre levaduras, incluyendo también hongos que exhiben dimorfismo. Se ha demostrado activo contra las siguientes especies: Aspergillus fumigatus, Aspergillus flavus, Aspergillus niger, Sporotrichum schenkii, Cryptococcus neoformans, Candida albicans, Epidermophyton floccosum, Microsporum cookei, Microsporum fulvum, Microsporum audouinii, Microsporum gypseum, Microsporum canis, Trichophyton mentagrophytes, Trichophyton verrucosum, Trichophyton rubrum, Trichophyton tonsurans y Trichophyton terrestre. En general se ha utilizado en el desarrollo de formulaciones para uso tópico, sobre piel y mucosas. La absorción de fenticonazol es de escasa magnitud.

Infecciones de piel y mucosas provocadas por microorganismos sensibles al fenticonazol. Dermatomicosis dermatofítica (tiña de la cabeza, tiña del cuerpo, tiña facial, tiña de la cara, tiña del pie, tiña de la barba, tiña ungueal). Candidiasis. Candidiasis vulvovaginal. Pitiriasis versicolor (Pityrosporum ovale, P. orbicularis). Eritrasma. Onicomicosis. Puede aplicarse en micosis con sobreinfección bacteriana.

Aplicar friccionando levemente una delgada capa de una forma farmacéutica tópica conteniendo nitrato de fenticonazol al 2%. La aplicación se realiza 1 a 2 veces por día según criterio médico. En la candidiasis vulvovaginal introducir profundamente en la vagina alrededor de 5 gramos de una forma farmacéutica tópica conteniendo nitrato de fenticonazol al 2%. Realizar la aplicación 2 veces al día, al levantarse y al acostarse. Para onicomicosis se recomienda la aplicación con vendaje oclusivo.

Ardor, irritación persistente. Eritema. Desarrollo de resistencia.

En infecciones micóticas genitales se recomienda aplicar el tratamiento a la pareja en forma simultánea. El tratamiento debe continuarse hasta la completa eliminación de la micosis. La aplicación puede originar ardor e irritación de poca duración. Si la administración de fenticonazol se asocia al desarrollo de irritación persistente se deberá suspender el tratamiento evaluando la relación riesgo/beneficio. Aun cuando la absorción sistémica es escasa, se recomienda evitar la administración por vía vaginal a embarazadas.

Hipersensibilidad al fenticonazol o a antimicóticos imidazólicos.

Existen efectos secundarios en fetos de animales de experimentación. No hay hasta el momento estudios adecuados en los seres humanos, por lo que se desconocen los riesgos de su utilización en mujeres embarazadas. La terapia medicamentosa sólo es válida cuando el problema de salud indica sin lugar a dudas, la necesidad de su empleo.