Dosificación
El régimen de dosificación inicial en el adulto no debe pasar de 1 a 2 mg al día, y de 0,01 a 0,03 mg/kg de peso al día en niños. Los efectos adversos dependientes de la dosis se reducen si la dosis total se administra en dos o tres tomas por día. La dosificación se puede incrementar cada tres días en cantidades de 0,25 a 0,5 mg al día en niños, y de 0,5 a 1 mg al día en adultos. La dosis de mantenimiento en niños es de 0,05 a 0,1 mg/kg/día. Por encima de los 30 kg de peso se recomienda una dosis de 1,5 a 3 mg diarios, y en adultos de 2 a 4 mg. La dosis máxima recomendada es de 20 mg por día en adultos y de 0,2 mg/kg de peso al día en niños. Es estos últimos, cada 0,05 mg/kg de peso al día se produce un incremento aproximado de 25 ng/ml en la concentración plasmática de clonazepam.
Contraindicaciones
Contraindicado formalmente en las siguientes situaciones: cuando exista una hipersensibilidad conocida al clonazepam o a cualquier otra benzodiazepina, existencia de glaucoma agudo de ángulo estrecho y existencia de una enfermedad hepática severa. Puede emplearse con seguridad en los pacientes con glaucoma de ángulo abierto que están recibiendo tratamiento adecuado. Por las razones usuales de seguridad, CLONOTEN® (clonazepam) se considera contraindicado en los primeros meses del embarazo, aunque no se le ha demostrado acción teratogénica en los animales de experimentación. Al igual que otras sustancias con acción relajante muscular, el clonazepam está relativamente contraindicado en la miastenia gravis.
Reacciones Adversas
CLONOTEN® (clonazepam) en general es bien tolerado. El efecto adverso más frecuentemente implicado con su empleo es la depresión del SNC. Al inicio del tratamiento, se ha descripto somnolencia en un 50% de los pacientes, y ataxia en un 30%. Dichos efectos disminuyen en general con la continuidad del tratamiento. En forma rara e infrecuente se han informado los siguientes efectos adversos: nistagmo, disfonía, movimientos coreiformes, diplopía, disartria, adiadococinesis, cefaleas, hemiparesias, hipotonía, depresión respiratoria de origen central, habla enlentecida, temblor, vértigo. A nivel psiquiátrico se han descripto: confusión, depresión, amnesia, aumento o descenso de la libido, alucinaciones, histeria, insomnio, psicosis, intento de autoeliminación, irritabilidad, beligerancia y dificultad para concentrarse.