Dosificación
Vía de administración: Oral. Deberá ser ingerido en la mañana y puede ir acompañado de alimentos. Las tabletas deberán acompañarse con líquido y no deben masticarse.
Adultos Hipertensión arterial y angina de pecho: La dosis usual es de 10 mg una vez al día. En algunos pacientes puede resultar suficiente una dosis de 2.5 mg ó 5 mg una vez al día.
Insuficiencia cardíaca: Se recomienda su uso en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica estable que no hayan presentado descompensación aguda en las últimas seis semanas y no hayan requerido cambios en el tratamiento de base en las últimas semanas. Estos pacientes deben estar en tratamiento con dosis óptimas de inhibidores de la ECA (u otros vasodilatadores en caso de intolerancia a los inhibidores de la ECA), diuréticos y, eventualmente, digitálicos. El tratamiento debe iniciarse con dosis mínimas, incrementándolas gradualmente de acurdo con el siguiente esquema: 1.25 mg una vez al día durante 1 semana, en caso de buena tolerancia aumentar la dosis a 2.5 mg una vez al día durante otra semana, en caso de buena tolerancia aumentar la dosis a 5 mg una vez al día durante 4 semanas, en caso de buena tolerancia aumentar la dosis a 10 mg una vez al día para el tratamiento de mantenimiento. La dosis máxima recomendada es de 10 mg una vez al día y deberá alcanzarse en un plazo no menor a las 12 semanas. Luego de la administración de la primera dosis de 1.25 mg, el paciente debe ser observado durante un período de 4 horas aproximadamente, controlando en modo particular la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la aparición de signos de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca o de trastornos de la conducción. La aparición de reacciones adversas (bradicardia sintomática, hipotensión empeoramiento de la insuficiencia cardíaca) puede impedir el empleo de la dosis máxima recomendada. De ser necesario, la dosis máxima alcanzada debería ser disminuida de manera escalonada. El tratamiento puede interrumpirse en caso necesario y reiniciarse cuando se considere oportuno. En caso de exacerbación de la influencia cardíaca se recomienda considerar la posibilidad de ajustar las dosis del tratamiento de base (inhibidores de la ECA, diuréticos). Se recomienda no interrumpir bruscamente el tratamiento con Bisoprolol debido a la posibilidad de desencadenar una exacerbación transitoria de la insuficiencia cardíaca. Si la discontinuación de Bisoprolol resultara necesaria, la dosis deberá disminuirse por mitades con intervalos semanales. El tratamiento de la insuficiencia cardíaca crónica estable con Bisoprolol es generalmente un tratamiento a largo plazo. Poblaciones especiales.
No existe experiencia clínica en las siguientes poblaciones: Diabetes mellitus insulinodependiente (Tipo I). Disminución de la función renal severa. (el ajuste de dosis en pacientes pertenecientes a estas poblaciones debe hacerse un cuidado adicional). Disminución de la función hepática severa. (el ajuste de dosis en pacientes pertenecientes a estas poblaciones debe hacerse un cuidado adicional). Cardiomiopatía restrictiva. Enfermedad cardíaca congénita. Enfermedad valvular orgánica hemodinámicamente significativa. Infarto al miocardio de tres meses de aparición. Disminución de la función renal o hepática.
Ancianos: No se requiere ajuste en la dosificación.
Niños: No existe experiencia pediátrica en el uso de Bisoprolol, por lo tanto no se recomienda su uso en niños.
Reacciones Adversas
La experiencia pos comercialización y en estudios a nivel mundial reportan el siguiente perfil de seguridad de Bisoprolol.
Sistema Nervioso Central: Mareos, inestabilidad, vértigo, síncope dolor de cabeza, parestesia, hipoestesia, hiperestesia somnolencia, alteraciones del sueño ansiedad y/o inquietud, disminución de la concentración y/o memoria. Sistema Nervioso Autónomo: Sequedad en la boca. Cardiovascular: Bradicardia, palpitaciones y otras alteraciones del ritmo cardíaco, extremidades frías, claudicación, hipotensión, hipotensión ortostática, dolor de pecho, insuficiencia cardíaca congestiva, disnea de esfuerzo.
Psiquiátricas: Sueños vívidos, insomnio, depresión.
Gastrointestinales: Dolor epigástrico, gástrico y/o abdominal, gastritis, dispepsia, náusea, vómito, diarrea, constipación, úlcera péptica.
Musculoesqueléticas: Dolor muscular y articulaciones, artralgia, dolor en cuello y espalda, calambres musculares, espasmos, temblor.
Piel: Erupción cutánea, acné, eccema, posiriasis, irritación, prurito, rubor, sudoración, alopecia, dermatitis, angioedema, dermatitis exfoliativa, vasculitis cutánea.
Sentidos especiales: Molestias visuales, dolor y/o presión ocular, lagrimación anormal, tinnitus, sordera, dolor articular, anormalidades en la percepción del sabor.
Metabólicas: Gota.
Respiratorias: Asma/broncoespasmo, bronquitis, tos, disnea, faringitis, rinitis, sinusitis.
Genitourinarias: Decremento en la líbido y/o impotencia, enfermedad de La Peyroine, cistitis, cólico renal, poliuria.
Hematológicas: Púrpura.
Generales: Fatiga, astenia, dolor en el pecho, malasia, edema, ganancia de peso, angioedema.
Otros betabloqueadores han generado una variedad de eventos adversos que también deberán ser considerados: Sistema Nervioso Central: Depresión reversible que podría progresar a catatonia, alucinaciones, síndrome agudo reversible caracterizado por desorientación en tiempo y lugar, labilidad emocional, ligera sensación de nublado.
Respiratorias: Fiebre alérgica, dolor e irritación de garganta, laringoespasmo, dificultad respiratoria.
Hematológicas: Agranulocitosis, trombocitopenia, púrpura trombocitopénica.
Gastrointestinal: Trombosis arterial mesentérica, colitis isquémica.