Indicaciones
Tratamiento agudo y de mantenimiento de la esquizofrenia, tratamiento a corto plazo de los episodios maníacos agudos o mixtos asociados con el Trastorno Bipolar, para otros según prescripción médica.
Dosificación
Dosis inicial: 0,5-1 mg/día repartidos en una o 2 tomas cada 12 horas, aumentando gradualmente de 0,5-1 mg/día durante los primeros 3 días de tratamiento.
Dosis de mantenimiento: dosis usualmente recomendada es de 1 comprimido de 3 mg cada 12 horas. Esta dosis deberá individualizarse para cada paciente oscilando entre 4 y 8 mg diarios repartidos en 2 tomas. Los ajustes posteriores de dosis deberán realizarse a intervalos no inferiores a 1 semana. En pacientes ancianos y portadores de demencia se aconseja el tratamiento con 0,25 mg cada 12 horas y aumento muy gradual de dosis, para lo cual la presentación en gotas es ideal.
Dosis máxima: dosis superiores a 6 mg/día se asocian con mayor probabilidad de efectos EP y otros.
La comida no afecta la absorción de RSP® (risperidona), por lo tanto RSP® (risperidona) puede ser administrado durante las comidas o alejado de las mismas.
Forma de dispensación de RSP® (risperidona) gotas: con el envase en posición vertical y el gotero hacia abajo presionar el frasco, y luego de la última gota enderezar para evitar que se moje el gotero. Cerrar fuertemente con la tapa.
Reacciones Adversas
RSP® (risperidona) es en general bien tolerado. Los efectos adversos más frecuentemente observados son: insomnio, agitación, ansiedad, somnolencia, cefaleas, mareos, constipación, náuseas, dispepsia, vómitos, rinitis, sialorrea, reacciones alérgicas, aumento de peso, disfunciones sexuales y taquicardia. Si bien la risperidona produce con menor frecuencia que otros neurolépticos síntomas extrapiramidales, pueden ocurrir temblor, rigidez, sialorrea, acatisia, bradicinesia y distonías, en general de intensidad leve y asociados a altas dosis, que regresan al disminuir la dosis o administrar antiparkinsonianos. Como con otros antagonistas dopaminérgicos, risperidona eleva los niveles de prolactina, lo que puede ser responsable de la aparición de galactorrea, amenorrea, ginecomastia e impotencia, en tratamientos crónicos.