CORTEROID RETARD

3351 | Laboratorio BAGÓ

Descripción

Principio Activo: Betametasona,
Acción Terapéutica: Corticosteroide de acción rápida y prolongada

Composición

Cada frasco ampolla contiene: Betametasona (como fosfato disódico) 6 mg. Betametasona (como acetato) 6 mg. Excipientes c.s.p. 2 ml.

Presentación

Estuche conteniendo 1 frasco ampolla.

Indicaciones

Patologías osteoarticulares que requieren corticoterapia sistémica o por infiltración local (tendinitis, tenosinovitis, bursitis, cervicalgias, lumbalgias, lumbociatalgias).
Patologías alérgicas o inflamatorias de las vías aéreas superior o inferior, como rinitis alérgica estacional, en estos casos su utilización se reserva para aquellos que otras medidas terapéuticas han fracasado (antihistamínicos por vía general, corticoides intranasales o curas cortas de corticoides orales).

Dosificación

Uso exclusivo en adultos:
Vía intramuscular: 1 a 2 ml que podrán repetirse cada 7 a 15 días.
Intraarticular o intrabursal: grandes articulaciones 1-2 ml, medianas; 0,5-1 ml, pequeñas 0,25 - 0,5 ml.
Vía intradérmica (no subcutánea): el tratamiento se realiza inyectando 0,20 ml del producto mezclado con igual volumen de un anestésico local por cada cm2 de lesión. Se deberá cargar la jeringa primero con el producto agregar luego el anestésico y agitar brevementte antes de aplicar. No utilizar más de 1 ml por semana.

Contraindicaciones

Tuberculosis activa ( a menos que se utilicen quimioterápicos anti-TBC). Micosis sistémicas. Enfermedades virales. Insuficiencia cardiaca grave. Hipertensión arterial. Ulcera gastroduodenal. Psicosis aguda. Osteoporosis. Hipersensibilidad al principio activo. Epilepsia. Glaucoma.
No deberá administrarse por la vía intramuscular en pacientes con púrpura trombocitopénica idiopática.

Reacciones Adversas

Puede observarse durante el transcurso del tratamiento, aumento de apetito, edemas, hipokalemia, ardor y dolor epigástrico, úlcera gastroduodenal en tratamientos prolongados, elevación de la presión arterial, trastornos psíquicos, insomnio, euforia. En los niños puede promover la aparición de convulsiones. Los corticoides pueden desarrollar, activar o agravar la tuberculosis pulmonar.
En tratamientos prolongados (ver Advertencias) puede producir atrofia suprarrenal con insuficiencia secundaria, complicaciones tromboembólicas e hipercoagulabilidad sanguínea. Sumado a eso el uso prolongado de los corticoides trae aparejado los signos característicos del hipercorticismo (Sindrome de Cushing) caracterizado por obesidad centrípeda, atrofia de miembros superiores e inferiores eritrosis facial, atrofia de piel, hipertensión arterial, osteopenia, entre otras manifestaciones.

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