Dosificación
Con el objetivo de reducir los efectos adversos gastrointestinales, se debe administrar CLOMAX® al inicio del tratamiento, en dosis fraccionadas con las comidas. Después de esta fase inicial la dosis diaria total puede ser administrada en una sola toma (CLOMAX® 75 LP) al acostarse, para minimizar la sedación durante el día.
Depresión, trastornos obsesivo-compulsivos, fobias: iniciar el tratamiento con 1 comprimido de CLOMAX® 75 mg LP una vez por día (preferentemente por la noche). Incrementar gradualmente la dosis diaria y de acuerdo con la tolerancia del paciente hasta aproximadamente 125 mg durante las 2 primeras semanas (4-6 comp. de CLOMAX® 25 mg) o 2 comp. de CLOMAX® 75 mg LP. En casos graves podrá aumentarse la dosis hasta un máximo de 250 mg/día. Una vez constatada la mejoría clínica, ajustar la posología diaria a una dosis de mantenimiento entre 2 y 4 comprimidos de 25mg o 1 comprimido de 75 mg LP.
Crisis de angustia (Panick attacks): la posología diaria requerida varía mucho de un paciente a otro situándose entre 25-100 mg. Se recomienda no discontinuar el tratamiento antes de transcurrido los 6 meses y durante este período la dosis de mantenimiento deberá ser lentamente reducida. En casos de cataplejia acompañando a narcolepsia CLOMAX® deberá ser administrado en dosis diaria de 25 a 75 mg. En condiciones dolorosas crónicas la posología de CLOMAX® se ajustará individualmente (10-150 mg/día), considerando que el paciente puede estar recibiendo medicación analgésica simultánea.
Enuresis nocturna (sólo para niños mayores de 5 años): el tratamiento se inicia con 20-30 mg diarios en niños con edades entre 5 y 8 años; para niños entre 9 y 12 años la dosis es de 25-35mg/día; y para mayores la posología inicial es de 25-75 mg/día. Debe ser administrado en dosis única antes de acostarse. En caso de niños que presenten enuresis al comienzo de la noche, una fracción de la dosis debe ser anticipada para cerca de las primeras horas de la tarde. Una vez que se obtenga la respuesta deseada, el tratamiento se continuará durante 1-3 meses con reducción gradual de la dosis de mantenimiento.
Reacciones Adversas
Como sucede en la mayoría de los antidepresivos tricíclicos, al principio del tratamiento pueden producirse sudores, xerostomía, temblor, vértigo, trastornos de la acomodación visual, trastornos de la micción e hipotensión ortostática que suelen desaparecer espontáneamente a los pocos días o tras reducir la posología. Se han registrado estados de confusión pasajeros y aumento de la angustia. En ocasiones se ha observado agranulocitosis. Los efectos adversos que se presentan más frecuentemente en el tratamiento son: molestias gastrointestinales, sequedad de boca, estreñimiento, náuseas, dispepsia y anorexia.
Alteraciones en el sistema nervioso: somnolencia, temblor, vértigo, nerviosismo y mioclonías.
Molestias genitourinarias: alteraciones en la micción, falla en la eyaculación, impotencia, cambio en la libido.
Otras molestias misceláneas que incluyen: fatiga, hiperorexia, ganancia ponderal, sudoración y alteraciones visuales. Ocasionalmente puede producir: confusión, alucinaciones, ansiedad, agitación, alteraciones de la personalidad, dificultades en la concentración, disturbios en el sueño, perturbaciones en el habla, déficit de memoria, manía, hipomanía, parestesias, hipotensión ortostática, taquicardia, alteraciones en el ECG, vómitos, dolor abdominal, diarrea, reacciones alérgicas cutáneas, galactorrea, tensión mamaria, debilidad muscular.
Raramente: crisis de agresividad, ataxia, arritmia, palpitaciones, hipertensión arterial.
En casos aislados: alteraciones en el ECG, fiebre, disturbios de la función hepática, leucopenia, trombocitopenia, agranulocitosis.
Suspensión del tratamiento: los motivos más frecuentes de suspensión de la terapia debido a efectos secundarios son: alteraciones del SNC sobre todo somnolencia (5,4%) y alteraciones del tracto digestivo (21,3%), fundamentalmente náuseas y vómitos.